#OZUMBA: ASESINATO DURANTE FIESTA PATRONAL CONFIRMA LA INSEGURIDAD A LA ALTA

La fiesta patronal en la delegación de San Mateo Tecalco, en el municipio de Ozumba, terminó en tragedia la noche del pasado fin de semana. Un ciudadano, vecino de la cabecera municipal, fue asesinado con un arma blanca tras una riña ocurrida a unas cuadras del centro de la delegación, luego de asistir al baile popular donde se presentó el grupo Brindis. El ataque con navaja, que le perforó el cuello, se dio cuando la víctima ya se retiraba del evento.
Según testigos, el auxilio de Protección Civil tardó más de 25 minutos en llegar, y no había presencia de la policía municipal en el lugar al momento de los hechos. Lo más alarmante, denuncian ciudadanos, fue que los elementos que finalmente acudieron presuntamente ordenaron a testigos borrar videos y fotografías de sus teléfonos celulares, eliminando evidencias clave para esclarecer el homicidio.
Seguridad sin rumbo y operativos sin presencia municipal
Durante el desarrollo del baile, la tranquilidad se mantuvo gracias al apoyo de elementos y unidades provenientes de otros municipios, como parte de los acuerdos establecidos en las Mesas Regionales de Construcción de Paz. Sin embargo, una vez finalizado el evento, dicho apoyo se retiró y la policía municipal de Ozumba no asumió su responsabilidad de vigilancia, dejando a los asistentes completamente desprotegidos.
Un comisario cuestionado y reincidente
El actual comisario de seguridad pública de Ozumba, Heriberto Ramírez de la Rosa, quien se encuentra con licencia sin goce de sueldo de la Policía Estatal del Estado de México, ha sido señalado como parte del problema. Anteriormente ocupó el mismo cargo en el vecino municipio de Tepetlixpa, donde el escenario fue similar: aumento de la delincuencia, nula operatividad y señalamientos por malos tratos hacia sus elementos, acusaciones que ahora se repiten en Ozumba.
Lejos de mejorar la situación, desde su llegada a la corporación ozumbense, los niveles de inseguridad han crecido de forma alarmante. Casos de secuestros, extorsiones, levantones fallidos, cuerpos abandonados, y ahora, omisión operativa en fiestas patronales, son una constante que ha generado indignación entre la población.
Silencio oficial, violencia en aumento
Bajo la administración del contador Ricardo Valencia, presidente municipal emanado del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), los ciudadanos de Ozumba sienten que han sido abandonados por sus autoridades. La falta de transparencia, la nula rendición de cuentas, y la evidente incapacidad operativa de la policía municipal, han encendido focos rojos que exigen una respuesta urgente.
La ciudadanía exige acciones, no simulaciones
El asesinato del ciudadano en San Mateo Tecalco no es un hecho aislado, sino parte de un patrón creciente de violencia y desprotección. La población ya no se siente segura ni siquiera en eventos públicos tradicionales, donde se supone que debe existir una estrategia de vigilancia y atención inmediata.
Mientras el gobierno municipal se mantiene en silencio, la realidad en las calles es cada vez más violenta y caótica. La confianza en las instituciones de seguridad se erosiona día con día, y los ciudadanos comienzan a organizarse por su cuenta, ante la falta de liderazgo y compromiso por parte de sus gobernantes.
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